La marca Paronelli recoge en sí misma una pasión familiar que nació en 1945 cuando Jean Marie Alberto Paronelli decidió dar rienda suelta a su vena artística. La búsqueda continua de la calidad y la perfección llevó a Alberto Paronelli a crear ejemplares únicos, apreciados y buscados en todo el mundo. Las ideas y los cánones del fundador se han transmitido de generación en generación e incluso ahora las pipas se trabajan a mano con brezo italiano de primera elección. El nieto, Ariberto Paronelli, que ha tenido éxito en sus años al frente de la empresa, continúa con pasión y dedicación el trabajo iniciado por el fundador, diseñando y realizando modelos clásicos revisados en clave moderna. Su producción anual es de unas 1000 unidades. Para la familia Paronelli, la pipa es una cuestión de corazón.